domingo, 28 de diciembre de 2014



Cap3.

             Ya llegada. en New York.. ¿A dónde se suponía que tenia que ir ahora? había terminado por hoy, y supongo que apenas era la hora del almuerzo.
Nunca había hecho un trabajo tan difícil y doloroso, o por lo menos eso pensaba. 

Me puse de pie con delicadeza y con cuidado de no caer de bruces al suelo, me acerque a la gran puerta y tomo el pomo de ésta para girarla de una buena vez o golpearla.
Me detuve durante un instante al escuchar la voz de mi madre y una extraña y chillona voz femenina. No sabia si realmente quería entrar
 allí pero lo hice tome valentía y toque brevemente la puerta. 

..y fue en ese entonces cuando sentí la puerta abrirse y unos suaves brazos entre los míos.
       
          —¡mi hermosa bebe!—grito, mi madre.
          —¡hey!—era muy perfecto para ser real.
          —mi niña, preciosa, estas tan bella—dijo, esta vez en voz baja, tomándome del rostro —ven adelante, entra.
          —que nervios—dije, observando el living—no sabia que hacer en la puerta.
          —pues solo tenias que entrar.

En la gran casa de mi madre, había gente de aquí para allá, gente que jamas había visto en mi vida, limpiaban y le servían a mi madre. Mire todo muy rápido, los sofás, el color de las paredes, la hermosa decoración y por ultimo observe un cuadro que había en uno de los muebles, era uno, con la cara de mi padre, y luego otro, de mi abuelo y mio. 

       
           —¿que miras?—dijo, mi madre, mientras dejaba una taza de café sobre la mesa. 
           —las fotos—dije—¿Por que tienes una de papa?.
           —¿no puedo?.
           —claro, me parece lindo de tu parte—conteste, tomando un sorbo de café.
           —mira Chelsey, tu padre es un gran hombre, con un gran corazón y muy buena persona. Que estemos separados no quiere decir que aun no ame a tu padre, pero el.. el solo, no es el mismo, no es la persona de la cual me enamore, amaba verlo sonreír y... era todo tan hermoso. Llega un momento en el que tienes que parar y pensar en ti y no en la otra persona y pues, fue lo que nos paso. Me di cuenta que no estaba enamorada de tu padre, solo estaba con el por comodidad, aparte, tenia mis dos niñas hermosas y no quería que les faltara nada, solo por eso seguí con el.
           
            



Terminada nuestra conversación, salí de casa y fui a caminar. A unas cuadras pase por una cafetería donde mi ex, Ethan y yo, pasábamos a tomar unos cafés en invierno, solo pudimos hacerlo un invierno, ya que, nos peleamos, y todo quedo así. Nunca mas hablamos, nunca mas nos encontramos, ni siquiera recuerdo por que discutimos, últimamente peleábamos por cualquier estupidez. 

Mire a ver si estaba Ethan, hasta el año pasado el trabajaba allí y vivía en New York, quizá ahora no. 
Observe el cartel de ''abierto'' y ''empuje'', en la puerta y entre.  

           —¿Que quiere que le traiga señorita? —dijo el camarero. 
           —emm, pues, nada. ¿puedo hacerle una pregunta?.
           —si, claro.
           —Ethan.
           —¿que hay con Ethan?
           —¿trabaja aquí? —pregunte en voz baja. 
           —Oh, si si.
           —¿y cuando puedo encontrarlo?
           —no creo que tenga permiso para decírselo.
           —por favor dímelo, es una simple pregunta.
           —bien, el esta por las mañanas todos los días de la semana, desde las seis a las doce del mediodía, menos los sábados y domingos. 
           —muchas gracias.
           —le di mucha información—le sonreí y luego se fue. 

Me marche de ahí, planeando volver al día siguiente por la mañana, solo quería saber que era de su vida y que tal le caería verme otra vez.   


lunes, 15 de septiembre de 2014

Cap2.

             Mamá vive en Manhattan, una isla situada en la desembocadura del rió Hudson en el norte del puerto de New York, es perfecto, viví la mayor parte de mi infancia allí. Hasta que por ciertos problemas mis amistades se perdieron, habían tomado una decisión y fue la pésima decisión de vivir con mi padre en la ciudad de Portland.

''Poco a poco el olvido me lleva frente al vacío que me absorbe. Con los ojos bien abiertos contemplo como la noche engulle todo lo que he querido y lo que quizás solo he soñado. Poco a poco todo se aquieta y se hace el silencio...''

Mi mente estaba totalmente en blanco, leyendo aquel libro que estuvo por dos meses guardado bajo mi cama, hasta que sonó mi móvil. 


      –hola–dije, acomodándome en la cama–¿sucede algo?

     –¿tiene que pasar algo para que llame a mi chica?–dijo, Dilan.
     –no, claro que no–dije, fingiendo una sonrisa–¿que tal, como esta todo?
     –muy bien, estoy con mucho trabajo, es realmente agotador. espero hacerme un tiempo en la semana para escapar y poder verte. 
     –claro, entonces dime cuando quieras venir, te espero, ¿si?.
     –esta bien. ¿que aras? ¿te iras? ¿te quedaras?
     –oh, se eme olvido eso. papá saco pasajes para mañana, no pude avisarte nada ya que estaba muy ocupada con mis cosas, y nerviosa, y se me olvido. perdona.
     –pues–dijo, enfadado–esta bien, si es que quieres decirme a que hora te vas, te dejo en el aeropuerto.
     –Dilan, perdóname. 
     –esta bien nena, esta bien–dijo entre medio de suspiros–solo, me hubiese gustado que lo conversaras conmigo también.
     –claro, tienes razón, es mi culpa. 

Quede con Dilan en que me pasara a buscar a las siete antes del mediodía. 

Los nervios prácticamente me consumían cada ves mas, estaba tan ansiosa, tan ansiosa de aquel abraso que me esperaba, solo quiero que mañana todo salga bien.





Sin darme cuenta cuando abrí minimamente los ojos, tome mi móvil debajo de la almohada y mire la hora, 6.30. 

Me levante rápido, y camine al baño, me lave los dientes y luego me cepille el cabello, tome una gomita y me hice una coleta hermosa, luego escarbe un poco mi armario y finalmente me decidí por lo mas cómodo para el viaje.

No puedo describir la felicidad que corría por todas las partes de mi cuerpo, era pura alegría. Creo que esto es lo mejor para mi, ahora no me importa mi padre, ahora no. Solo quiero pensar un segundo en mi en mi felicidad, en lo que me hace bien, solo a mi.


Cap1.

                  ''Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes…y los frutos tienen una forma de caerse en la mitad. Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calor del sol quema. Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores''


 Mis tacones resonaban en toda la casa, el piso de madera resaltaba el indescriptible sonido en cada habitación. A paso decidido me dirigí al despacho de mi padre para hacerle saber mi decisión. 

No tenia idea de como enfrentar aquella decisión, sabia perfectamente que el no la tomaría de buena manea.

A sus 18 años era una joven, inteligente, encantadora y muy bonita.


Junte aire en mis pulmones y lo exhale rápidamente mientras daba un leve golpeteo en la puerta.


Llegue a la gran puerta de madera y toda mi confianza cayó al suelo.


     –pase–la voz intensa y casi intimidante voz de mi padre se escucho y por fin habrí la puerta para adentrarme en su despacho. 
       Un poco nerviosa solté un inaudible –hola.

     –mi niña, ¿que te trae por aquí?– pregunto mi padre, Paul Kauffman, sonriendo y dejando de lado los papeles y aquel café. 
    
Levante la cabeza y lo mire a los ojos.
   
     –necesito que hablemos, creo que tengo mi decisión–trate de no sonar lo mas convencida posible y al final lo logre.
     –Siéntate, espero que tu decisión sea la correcta.
     –lo es–dije, rápidamente tomando asiento y cruzándome de piernas. 
     –bien, solo dilo y yo considerare si es correcta o no lo es.

Con el cada minuto era memorable.


     –quiero que sepas antes que nada que así tu no estés de acuerdo con mi decisión, no va a cambiar–su cara reflejaba sinceridad y decisión.

     –y yo quiero que sepas que si la decisión que tomaste no fue la mejor, haré lo que acordamos e iras directo al instituto de artes.

Estaba arta de esto, por esta razón quería mudarme con mi madre, el me entiende, solo me tenia encerrada por miedo a que algo malo me pasara.


     –papá!–proteste–ya hablamos sobre esto, amo el arte, pero no es algo que me guste para mi vida.

     –lo siento, pero es lo que tu madre y yo queríamos para ti antes de..
     –no lo digas–corte–ya comprendí–agache la cabeza e hice todo lo posible para no derramar una sola lagrima frente a mi padre, jamas lo había hecho y esta no seria la excepción–solo acepta mi decisión y ya.
     –de acuerdo, dilo.
     –voy a viajar a New York, quiero quedarme con ella. vivir allí, ¿comprendes? 
     
Mi padre tenia la miada perdida en alguna parte y lo agradecía, ya que esta vez no reacciono exageradamente. Por otro lado sentía que mi padre perdía lo único por lo que había luchado luego de la separación, con mi madre. 

     –bien–dijo mi padre, frotándose los ojos–te iras con tu madre. 

     
Me levante de su sofá y camine hasta la puerta –espero que no te moleste.



(prologo)
Chelsey, a sus 18 años era una joven, inteligente, encantadora y muy bonita. 
Ella había logrado superar aquel amor, que tanto daño le había hecho, o al menos eso creía.
El fingía amar aquella mujer.
Después de una separación de un año, vuelven a cruzar sus caminos.
Uno creería que luego de tanto tiempo ellos habrían podido seguir adelante, pero no es así.
Después de un casual encuentro, los problemas entre ellos crecen.
Mientras que ella intenta evitar todo, aquello que pudiese afectarla y olvidarse de aquel hombre que hoy estaba presente en su vida. 
Los dos debían enfrentarse a grandes retos para estar juntos.